Para formar a muchos talentos artísticos

A los 8 años de edad empezó a aprenderlo y, gracias a los educadores de renombre, llegó a poseer alta capacidad de ejecución.
El Estado le hizo aprenderlo más en un país extranjero cuando él estudiaba en el entonces Instituto Superior Músico-Coreográfico de Pyongyang con la ambición de ser un violinista de renombre.
En aquel tiempo, se esforzó con afán por elevar más su capacidad de ejecución, mientras que realizó la investigación sobre los métodos didácticos desarrollados de varios tipos en las horas libres.
Al regresar a la Patria después de graduado con notas sobresalientes de un alto centro docente extranjero, se hizo profesor destinado a cultivar el futuro del arte coreano con la disposición de responder a los favores del país.
Desde entonces dedicó todos sus desvelos a esta empresa honrosa y digna.
La meditación y estudio incesantes para dotar de la cualidad pedagógica capaz de enseñar a sus discípulos conforme a sus distintas aptitudes dieron buenos frutos.
Durante más de 30 años formó a 16 discípulos como ganadores del Concurso Individual por el Premio Artístico 16 de Febrero y a otros muchos, como artistas competentes del país.
Actualmente, sus discípulos ostentan fama en importantes entidades artísticas y centros docentes del sector como el Coro Estatal Benemérito y la Orquesta Sinfónica Nacional.
Y varios manuales y libros de referencia redactados por él se utilizan como materiales preciados para la enseñanza profesional del violín.

Ser raíz fiel que madura todos los frutos; esto es el axioma de Sin Yong Chol quien se entrega a la formación de reservas de artistas durante más de 30 años.
Hoy también él dedica toda su pasión e inteligencia a la formación de los talentos artísticos del país.