Me parece aún un sueño que el estimado camarada Kim Jong Un me tomó las manos,- dijo ella y prosiguió:
  "Francamente dicho, algunas cabezas de familia no conocen quién es la jefa de su unidad de vecinos por estar muy atareados.
  Pero, nuestro Mariscal hizo el apretón de mis manos.
  En aquel instante, me pareció reventar mi corazón. No pude controlarme y sentí un nudo en la garganta por derramar muchas lágrimas de emoción. Y pensé que para el ser humano, el momento más feliz es cuando se hace realidad el deseo considerado como algo difícil de lograr en toda la vida.
  Creo que cualquiera que tiene tal honor, debe vivir con la conciencia limpia."
  Aquel día, el estimado camarada Kim Jong Un reconoció la noble mentalidad y desconocidos esfuerzos de las jefas de unidad de vecinos, afirmando: "En nuestra sociedad hay muchos cargos que sirven al pueblo, pero pocos le provocan tanta intimidad y afecto como el de la jefa de unidad de vecinos. Los barrios y unidades de vecinos constituyen la piedra angular del régimen social de nuestro Estado humanocéntrico. Es muy importante la misión de las jefas de las unidades de vecinos para que los esfuerzos de nuestro Partido y gobierno por la mejoría de la vida de la población se traduzcan en la risa alegre de los habitantes."
  No son fáciles sus labores para atender las familias que se difieren en la profesión, edad, carácter y apego.
  Pero, gracias a ellas que trabajan con abnegación, considerando precioso el vocativo "jefa de unidad de vecinos", este apelativo provoca mayor intimidad y afecto en nuestra vida.