Declaración de ministra de RR.EE. de RPDC
Días atrás, en Canadá, los cancilleres del Grupo de los 7 (G7) publicaron la declaración conjunta que demandaba la "desnuclearización completa", despreciando y violando la constitución de la RPDC.
Yo expreso el más intenso disgusto y lástima por tal abierto acto hostil que constituye la agresión directa a la constitución de nuestro Estado, y lo denuncio y rechazo rotundamente, con el uso de los términos retóricos más fuertes.
El grupo de los 7 corea aún como de costumbre la "desnuclearización".
Esta obstinación habitual, reconocida por todo el mundo como un concepto irrealizable, lo lleva al borde de la sociedad internacional y comprueba sólo que él es el colectivo de lucro minoritario, aislado en un rincón de las relaciones internacionales.
La actual posición de la RPDC no se altera por la insistencia retórica del exterior, y la posesión de armas nucleares constituye la opción más correcta que le permite retener a los Estados más riesgosos y hostiles, en la actual rigurosa circunstancia geo-política.
Nadie tiene derecho a obligarnos a infringir la constitución, ni debe intentar su enmienda.
La vía para asegurar la paz y estabilidad en la Península Coreana y la región de Asia y el Pacífico reside, no en canturrear la irrealizable "desnuclearización", sino en respetar la constitución de la RPDC.
Como aclaró el camarada
La sociedad internacional debe prestar atención al evidente hecho de que la sustancial amenaza nuclear que atenta contra la paz y seguridad del mundo viene del G7, colectivo ligado y aliado con armas nucleares en torno al mayor país poseedor de armas nucleares en el orbe.
A nadie convence la postura evasiva de la realidad y de doble rasero del G7 que se queda mudo ante la temeraria amenaza retórica nuclear y la tentativa de proliferación nuclear que aparecen abiertamente en su seno, e insiste solo en la "desnuclearización" de alguien, cuyo significado y aval se han perdido ya.
El Grupo de los 7 no tiene derecho a ordenar a los Estados soberanos e independientes cómo defender propia seguridad nacional, ni está en la posición de cuestionar la opción soberana de la RPDC.
Es inmutable la voluntad de la RPDC de ser fiel hasta el fin a la constitución que eterniza la posesión de armas nucleares, para así, garantizar el hoy y el mañana del Estado y pueblo y lograr la justicia internacional, mientras que no se extermine la amenaza nuclear del exterior y que existan las fuerzas que persiguen la hegemonía absoluta, tomando las armas nucleares como medio de la tiranía.