"Se puede decir que el bonsái es la miniatura del árbol natural. Cultivarlo cambiando en lo artístico su apariencia es un proceso de la creación de una obra de arte, por decirlo así. Sin embargo, ello cuesta mucho trabajo que cultivar el vegetal ornamental ordinario."
  Cambio de humus en la maceta, el riego, corte de tallos y la poda...
  Son Hwa prestó mayor atención a elevar el valor ornamental, a base del conocimiento de la demanda ecológica de los árboles. Ora definía el tamaño, la apariencia y el color de los tiestos de acuerdo con las características de los vegetales, ora colocaba piedras de rara figura en la superficie de la tierra de la maceta, o la revestía con musgos.
  Entretanto, procuró darles a los bonsáis una descripción artística, en buena combinación de su maestría plástico-artística con la técnica del cultivo botánico.
  En el proceso de su cultivo que requiere constantes esfuerzos y tenacidad, la mujer Son Hwa llegó a poseer ricos conocimientos al respecto, amplia visión artística y alta técnica.
  En la Exposición Botánica Nacional "Vegetación de Corea-2024", ella participó con el bonsái del espino blanco que representa la rama trepadora cuya copa se parecía al paraguas, el de Sabina sargentii que representa el pino firme que crecía en la escarpada pared del despeñadero, y el otro de Malus Baccata que describe un árbol frutal. 
  "El bonsái hace percibir cerca y de lleno la frescura y hermosura de la naturaleza sin ir lejos.
  Creo que a través de su cultivo se hacen más profundos emociones y optimismo en la vida humana."
  El cultivo del bonsái forma una parte inseparable de su vida.