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Original política en cuanto a los intelectuales
  En la historia del Partido del Trabajo de Corea están registrados muchos hechos de que él formó a los intelectuales como auténticos revolucionarios y atendió su vida, con el gran ideal, noble confianza y amor.
  Nuestro partido los consideró por primera vez en la historia como componente principal de las fuerzas revolucionarias, trazó la correcta política de educarlos de modo revolucionario para que pusieran de alto manifiesto su pasión creativa y talento, y viene ejecutándola sin falta y de modo invariable en cualquier condición y circunstancia.
  La doctora Han Kyong Rim, investigadora de la Academia de Ciencias Sociales, dijo que la original política del gran Líder Kim Il Sung en cuanto a la intelectualidad se manifiesta patentemente en el hecho de haber puesto el pincel al lado del martillo y la hoz en la insignia de nuestro partido, y agregó:
  "Un político extranjero, cuando se encontró con el gran Líder durante su permanencia en nuestro país, dijo que el emblema del PTC lo integran el martillo y la hoz que simbolizan a los obreros y campesinos e incluso el pincel en representación de la intelectualidad, y le preguntó a qué se debió ello.
  A la sazón el gran Líder Kim Il Sung le dio concretas explicaciones: 'Desde los primeros días de la fundación nuestro partido ha concedido importancia no solamente a la clase obrera y al campesinado, sino también a la intelectualidad. Sin los intelectuales no podemos construir la nueva sociedad. En nuestro país existen muchos intelectuales cuyas edades llegan desde los 30 años hasta los 60. Como los tenemos mucho, somos capaces de realizar  victoriosamente la revolución.'"
  Hay que considerar a los intelectuales como integrantes del pueblo y orientarlos, no importa en qué situación se hallen o qué carácter tengan; esto fue la piedra angular de la política del PTC en cuanto a los intelectuales.
  El gran Dirigente Kim Jong Il les llamó acompañante eterno, asistente fiel y consejero excelente y los orientó a recorrer hasta el fin el glorioso camino de la vida.
  Bajo su amor y confianza, nuestros intelectuales pudieron apoyar con fidelidad la idea del partido de dar importancia a las ciencias, compartiendo hasta el fin el mismo destino con el socialismo, con la máxima de que, sí, no hay frontera en las ciencias, pero ellos tienen la patria socialista del Juche.
  Gracias a la sabia orientación del estimado camarada Kim Jong Un se elevan de modo extraordinario más que nunca la posición y el papel de nuestros intelectuales.
  Hoy, ellos contribuyen con éxitos científicos y técnicos a acelerar la construcción de la potencia socialista y hacer florecer la civilización en la época del PTC.



  Hacer cuanto antes de nuestra patria potencia de ciencias y tecnología, y de talentos, es la férrea voluntad del estimado camarada Kim Jong Un.
  Esta disposición se palpa en su noble concepto de que las ciencias y tecnología deben ser el faro que alumbre el camino y conduzca el desarrollo, y en la consigna "Logremos salto con las ciencias y garanticemos el futuro con la educación".
  Gracias a la política del PTC de dar aprecio a los talentos y a las ciencias y educación, se operan de modo sucesivo en esta tierra grandes éxitos que asombran al mundo.
  La fuerza de ciencias, a la que da aprecio nuestro partido, y los esfuerzos de nuestros intelectuales están presentes en la realidad en que se desarrolla con vigor la labor creativa para adelantar al mundo a nuestro estilo y con nuestra inteligencia y trabajo en la esfera de las ciencias de punta, y en las creaciones de la autoconfianza de la nueva época como los nuevos repartos modernos que se levantan cada año y las reales muestras del progreso local vistas en todos los rincones del país.
 

  Todos estos milagros y sucesos significan la brillante victoria de la política del PTC sobre la intelectualidad, que se lleva adelante con vigor siglo por siglo y se materializa a cabalidad en la etapa de nuevo desarrollo.