Exaltemos más la era de la gran prosperidad de la construcción capitalina con una metamorfosis radical de la zona de Hwasong
Discurso pronunciado por el estimado compañero Kim Jong Un en la ceremonia inaugural de la construcción de viviendas para 10 mil núcleos familiares en la zona de Hwasong
12 de febrero de 111 de la era Juche (2022)
Compañeros:
Con el renovado ánimo y confianza, hoy celebramos significativamente una ceremonia que dará comienzo a la construcción de un nuevo reparto del pueblo en la capital que simboliza una nueva época de gran transformación.
Ante todo, en nombre del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea y el Gobierno extiendo mis más calurosas felicitaciones y cordiales saludos a los constructores capitalinos y oficiales y soldados del Ejército Popular quienes empiezan nuestra magna lucha del año 2022 con el solemne inicio de la construcción de las viviendas para diez mil núcleos familiares en la zona de Hwasong, en total respuesta a la resolución del IV Pleno del VIII Período del Comité Central del Partido.
Como una de las tareas principales que enfrenta este año el sector de la construcción, constituye la segunda obra para cumplir la meta en perspectiva de la edificación de viviendas que dio sus primeros pasos el año pasado y con que sueña el Partido y, al mismo tiempo, la etapa inicial de la construcción de una moderna región urbana.
En virtud del proyecto de la construcción capitalina aprobado por el Partido y el Gobierno, en alrededor de tres años en la zona, ubicada cerca del lugar sagrado del Sol y conectada con la Avenida 9 de Septiembre, se levantarán enormes repartos poblados de viviendas para decenas de miles de familias y establecimientos públicos y de servicios, convirtiéndose en una nueva división administrativa.
Si se alcanza exitosamente la meta de la construcción de viviendas para 50 mil núcleos familiares en la ciudad de Pyongyang, incluida la inmensa obra de la que hablamos, el Partido podrá cumplir la promesa más importante que ha hecho con el pueblo y se resolverá totalmente la carencia de viviendas que sufren los capitalinos.
He aquí precisamente la razón por la cual, pese a las actuales condiciones incomparablemente difíciles, el Partido y Gobierno insisten en construir cada año en la capital viviendas para diez mil núcleos familiares.
Compañeros:
Podemos afirmar que haber comenzado la importante y magna construcción de la zona de Hwasong de acuerdo con el plan, en el segundo año del cumplimiento de la resolución del VIII Congreso del Partido, se debe enteramente a los constructores civiles y militares movilizados en la edificación capitalina.
La construcción en el año pasado de viviendas para diez mil núcleos familiares en las zonas de Songsin y Songhwa tuvo lugar en una circunstancia muy adversa en que el país atravesaba gran dificultad económica y se interponían las pruebas.
Con todo, nuestros constructores supieron vencer todas ellas con su pujanza inquebrantable y esfuerzos tesoneros e impulsar con audacia las tareas previstas de la obra, hasta levantar un magnífico reparto repleto de rascacielos y otros edificios altos.
Como resultado, por el Día del Sol que se avecina presenciaremos a numerosos capitalinos mudarse con infinita alegría a nuevas moradas del nuevo reparto.
El último Pleno del Comité Central del Partido lo valoró debidamente.
Partiendo de esa lucha y de los éxitos logrados con total certeza, el Comité Central del Partido pudo decidir y organizar los pormenores de la construcción de viviendas para 10 mil núcleos familiares de la etapa siguiente y efectuar este acto que anuncia el inicio de la edificación de viviendas en la zona de Hwasong.
Él no alberga la menor duda en que en la construcción de viviendas de este año se manifestará plenamente el creciente afán de lucha y el espíritu de ofensiva, al igual que el año pasado, y se alcanzarán éxitos mayores, más alentadores y significativos.
Nuestros constructores son dignos artífices y orgullosos exploradores de una nueva historia de prosperidad y desarrollo de la era del Partido del Trabajo y poseedores de una fuerza prodigiosa.
Adondequiera que vayan las principales unidades de construcción del país y los militares del Ejército Popular se hace realidad la política del Partido para el pueblo, se asientan cada año innumerables nidos para muchas generaciones y se levantan monumentos que representan la civilización de nuestra era.
En el proceso de la reñida batalla por la gigantesca construcción se superan la vacilación y la impotencia, nacen el coraje y el ingenio, se suprimen el atraso y el estancamiento, se logran el progreso y la innovación y cobra mayor fuerza el avance de nuestro Estado y pueblo hacia el porvenir.
En una palabra, nuestro impetuoso desarrollo se constata como un hecho irrefutable, todos los retos objetivos y subjetivos que lo obstaculizaban se hacen añicos y se vuelven inservibles, y esto le propina al enemigo un mazazo contundente.
Esta es precisamente el cambio, la revolución y la victoria a que aspiramos.
Y los protagonistas de esa labor revolucionaria no son otros sino ustedes, los constructores.
Sin lugar a dudas, son precursores y fidediganas vanguardias de la época que viviendo hoy sueñan y anticipan futuro hermoso.
Confío en que gracias a la acertada política del Partido y la creatividad de los constructores nuestra construcción se transformará en un sector más moderno y avanzado, manteniendo el carácter socialista y el carácter de nuestra arquitectura al pleno servicio del bienestar del pueblo.
La colosal obra de este año en la zona de Hwasong la impulsarán con mayor energía y escrupulosidad, tomando bien en cuenta las experiencias y lecciones en la construcción de las zonas de Songsin y Songhwa.
Por ser una magna creación de un cuerpo nuevo y real mediante la concentración de recursos humanos, materiales y técnicos del país, su éxito aplastante depende de la operación y la dirección.
A partir de un cálculo exacto de las fuerzas de construcción, la capacidad de producción y transporte de materiales de construcción y las condiciones específicas de cada temporada, la dirección de la construcción debe trazar detalladamente e impulsar dinámicamente todo el proceso del diseño y la obra.
Es necesario encauzar todos los esfuerzos a anteponer el abastecimiento de materiales y asegurar la calidad y velocidad de la obra al elevar el papel de las unidades de construcción y los órganos de supervisión.
Al proyectar y dirigir la construcción resulta importante abandonar el concepto miope de ajustarse al programa de la construcción inmediata y ejecutar con eficiencia el proyecto y las medidas científicos destinados a desarrollar a largo plazo el sector de construcción.
La gran construcción de escala nacional, además de la capitalina, no es una obra que terminaremos en uno o dos años sino un trabajo prolongado e incesante que debemos continuar en un nivel más alto aun cuando toda la población habite modernas viviendas y se haya remozado completamente la imagen del país.
Por eso las labores relacionadas con el desarrollo del sector de la construcción, entre otras, la consolidación cuantitativa y cualitativa de las bases materiales y técnicas, la diversificación y la producción nacional de los materiales de construcción, el aumento del número de las máquinas en la construcción y la introducción de avanzados métodos y logros tecnológicos, no admiten un instante de demora o estancamiento.
En todo el curso de la construcción estas tareas se reflejarán, se ejecutarán y se revisarán, una tras otra y por cada etapa, en el proyecto, el diseño, el abastecimiento de materiales y las normas de la obra, así como se presentarán y se fomentarán las iniciativas innovadoras, las invenciones racionales y los intentos audaces.
De este modo, cada año en que se construyen viviendas para 10 mil núcleos familiares no solo se debe cambiar la imagen de la capital y el aspecto del Estado sino también consolidar más nuestras fuerzas constructivas y registrar un nuevo avance y desarrollo en el método de la construcción.
A rasgos generales, debemos realizar satisfactoriamente la construcción de viviendas y simultáneamente modernizar el sector de construcción, de modo que este pueda cumplir tareas de mayor dimensión e importancia.
Nuestro Partido considera el alto entusiasmo, la responsabilidad y los esfuerzos sinceros de los funcionarios y otros trabajadores que toman parte en la construcción como un factor importante que decide el éxito del sector.
De ahí que en todas nuestras obras de construcción se colocan los lemas combativos, flamean las banderas rojas y resuenan las canciones de avance.
La original y enérgica labor política, que alienta a todos con el noble ideal y bella esperanza, que los enorgullece de haber hecho aportes excepcionales al colectivo con su entusiasmo y esfuerzo y los estimula con ejemplos y cualidades positivas de otros, es precisamente un motor propio del socialismo que forma a los trabajadores comunes como autores de innovación y mérito y obrar el milagro en cualquier situación adversa.
Es preciso desarrollar dinámicamente la labor política, similar a la que se hace en las trincheras en pleno combate, de modo que todos los constructores se colmen del júbilo y asuman plenamente su deber de traer en sus manos la felicidad y el progreso de nuestra época que se renueva cada día más, y que sientan el infinito orgullo de anticipar un futuro más civilizado con su vigorosa labor.
Es necesario fomentar la emulación colectiva de adelantar y aprender de otros y exhibir más su entusiasmo patriótico, levantando en la zona de Hwasong, para la envidia del mundo, un reparto deslumbrante del socialismo que exponga el espíritu indoblegable y la creatividad inagotable de nuestra grandiosa generación y en que resuenen las risas del pueblo.
Compañeros:
Nuestro frente de gran construcción no se restringe a esta obra capitalina, sino que abarca el país entero.
En las importantes bases metalúrgicas y químicas, obras de construcción de plantas eléctricas y de transformación de marismas, las zonas de Komdok y Ryonpho, y las áreas rurales de todo el país se preparan y se realizan en gran escala las faenas consagradas a la prosperidad de nuestro gran Estado y al bienestar del pueblo.
De todos estos objetos que empujarán el progreso integral de la construcción socialista, el principal es la construcción de viviendas en la zona de Hwasong.
Y es muy natural que las unidades de construcción en esa zona deban enarbolar la bandera, como ejemplo del país, en el cumplimiento cabal y exhaustivo de la política del Partido y en el batallar sin tregua con el ímpetu redoblado.
Confío en que todos los constructores civiles y militares aquí presentes concluirán magníficamente, en el plazo previsto, la construcción de la zona de Hwasong, con el inusitado orgullo de levantar un nuevo reparto para el pueblo, y con la inteligencia, entusiasmo y pujanza duplicados.
¡Hacia la grande y nueva era del desarrollo del socialismo a nuestro estilo, y por nuestra Pyongyang, esforcémonos todos con tesón para anticipar ese día alegre en que nuestros padres, hermanos e hijos habitarán las nuevas moradas de la metamorfoseada zona de Hwasong!