Asistió a los festejos el estimado compañero
El vasto parque ferial preparado de modo peculiar entre el Palacio de los Congresos Mansudae y el Teatro del Pueblo estaba invadido por la multitud de ciudadanos de distintos sectores, jóvenes y estudiantes de la capital acudidos para celebrar el cumpleaños de nuestro Estado.
Se realizó la demostración de la maestría de paracaidismo y del vuelo de la escuadrilla de aviones de combate, coronando singularmente el preludio de los festejos.
Del cielo nocturno del jubiloso septiembre, un paracaidista cayó haciendo flamear la bandera nacional, símbolo de la dignidad e invenciblidad de nuestro Estado justo y poderoso, el orgullo y felicidad infinitos y el radiante futuro de nuestro pueblo, y los aviadores del EPC hicieron vuelo de habilidad, mientras que se dejaba escuchar el ruido ensordecedor.
En medio de que se interpretaba la música de la ocasión, hizo su aparición el estimado compañero
Los miembros de la Organización de Niños les ofrecieron ramos de flores aromáticas.
Respondiendo cordialmente a las aclamaciones efusivas, el estimado compañero
Fueron invitados a la cita los anteriores cuadros veteranos que habían trabajado en los cargos importantes del partido, el gobierno y del sector militar.
Estuvieron presentes también los cuadros del partido, el gobierno y del sector militar, los diputados a la APS, los participantes en los festejos, funcionarios de ministerios e instituciones centrales, alumnos de las escuelas revolucionarias y capitalinos.
Tuvo lugar con solemnidad la ceremonia de izar la bandera nacional en el asta del Palacio de Congresos del Estado de la RPDC.
Todos los participantes rindieron sublime homenaje a la bandera nacional.
Se dispararon salvas al cielo nocturno de septiembre donde flameaba fuertemente la bandera nacional de la potencia.
Se inició la gran función tomando como su fondo el Palacio de los Congresos Mansudae.
Los artistas pusieron en la escena las canciones del pueblo dedicadas a la patria madre entonadas en la trayectoria de la fundación y desarrollo de la República y las odas al socialismo y al Partido del Trabajo, creadas o descritas en forma nueva.
A través de estas canciones inolvidables elogiaron en tono alto las indelebles proezas del gran Líder quien dio inicio a la causa de la construcción del Estado centrado en las masas populares y levantó el Estado socialista soberano, autosuficiente y autodefensivo.
Impresionaron profundamente a los espectadores el repertorio que les hacía evocar la trayectoria heroica del pueblo indoblegable que asentó en esta tierra un sólido cimiento para el enriquecimiento del Estado, venciendo generación tras generación y siglo tras siglo las severas pruebas inauditas en pos del gran Líder y el gran General.
La función artística que demostró mediante una epopeya musical solemne y hermosa la gloriosa historia y radiante futuro de la República que hace gala de su poderío bajo la dirección del PTC y la invencibilidad de nuestro socialismo, terminó con la interpretación de las marchas de la gran era de
Las salvas que se lanzaban de modo sucesivo decoraron el cielo nocturno, extendiendo mil paisajes hermosos.
El estimado compañero
En expresión de su gran satisfacción por el éxito de la función, él subió a la escena para felicitar a los representantes y se tomó la foto memorable junto con ellos.