Los delegaditos colgaron en su cuello la pañoleta roja y le ofrecieron los ramos de flores de exuberante fragancia en traducción del infinito agradecimiento y el saludo con motivo del año nuevo de todos los niños escolares.
El Mariscal respondió a efusivos vítores de los delegaditos y les envió su felicitación en ocasión del año nuevo.
Señaló que iniciar el nuevo año de prosperidad de la patria escuchando la clara risa y los enérgicos pasos de los miembros de la Organización de Niños sirve de gran ayuda y alegría para nuestro Partido, Estado y pueblo que avanzan convencidos de la justeza de su sagrada causa por el futuro.
Prosiguió que la perspectiva de la causa de Juche y la Corea socialista son prometedoras por contar con 3 millones de miembros de la Organización de Niños, excelentes relevos de la revolución.
Deseando que todos ellos crezcan lozanos como talentos dotados de ricos conocimientos, nobles virtudes y fuerte constitución física para el futuro de Corea, él se tomó la foto memorable junto con ellos.